Rara es la semana que no recibo un mensaje de alguna persona que me pide consejo para empezar a trabajar en la industria del deporte. En otras ocasiones, directamente me mandan su CV para ver si pueden trabajar conmigo o por si conozco alguna empresa del sector con un proceso de selección abierto donde su perfil encaje.
Con menos frecuencia, también recibo llamadas de clubes y organizaciones deportivas que me preguntan si conozco a alguien con un determinado perfil porque necesitan ampliar su plantilla. Entonces tiro de memoria y de agenda para hacerles llegar los nombres de 2 o 3 candidatos. Debo ser bueno en esto porque ya he «colocado» a varias personas 😉
Si te es más cómodo, te puedes descargar gratis en formato PDF la guía Cómo trabajar en la industria del deporte
Por qué he escrito este artículo
En primer lugar, presentarme. Soy 👉 Miguel Ángel Hernández (LinkedIn), CEO de FinalScore y me considero una persona afortunada por llevar 22 años trabajando en la industria del deporte donde he desempeñado puestos de responsabilidad, he estado involucrado en acuerdos de primer nivel y he podido lanzar productos y servicios que, a pesar de los años, aún perduran.
Al contrario que muchos de vosotros que ansiáis entrar en esta industria, a mí jamás se me había pasado por la cabeza trabajar en una entidad como el Real Madrid. Llevaba 7 años en Telefónica y posteriormente en Terra cuando, allá por el año 2000, un antiguo compañero de otra empresa me llamó para hacerme una oferta e incorporarme al club. Nunca olvidaré la fecha: 11 de diciembre de 2000. Recuerdo con cariño los primeros meses donde descubrí lo diferente que era el deporte si lo comparaba con mi experiencia anterior en el mundo de las telcos e internet. Comprendí lo que era trabajar para una marca con aficionados en lugar de clientes y lo que era lidiar con sentimientos, hablando al corazón, en lugar de a la cartera y a la parte más racional de las personas. Me enganché y 22 años después aquí sigo. Disfrutando.
En mi caso, fui de esa primera hornada de profesionales que nos incorporamos al mundo del marketing deportivo. La mayoría de mis compañeros venían de otras compañías que no tenían nada que ver con el deporte y ninguno teníamos formación específica. Íbamos aprendiendo día a día en base a nuestra experiencia profesional, aplicando mucho de sentido común e imaginación y usando como referencia otras empresas de la industria del entretenimiento. Por suerte, la situación ha cambiado mucho y proliferan los grados, másters y la formación específica en el deporte lo que hace que muchos de los que os estáis incorporando ahora a trabajar en entidades deportivas tengáis una sólida base y mucho camino recorrido gracias a la experiencia de los excelentes profesionales que os dan clase.
Entrar a trabajar en deporte es muy complicado y por eso me he decidido a escribir esta serie de artículos (disculpadme si son textos muy largos, pero la temática da para mucho). Creo que ayudar a los que empiezan es casi una obligación de los que ya estamos dentro y porque si la industria se profesionaliza, crece y mejora, todos nos beneficiaremos. Advertiros de que no soy especialista en recursos humanos pero sí que he tenido que enfrentarme en varias ocasiones a la necesidad de contratar personas para mi equipo.
Aunque escribo 👉 una newsletter sobre negocio, innovación y tendencias el mundo del deporte he pensado que era mejor plasmar estos consejos en la web porque así lo podré ir actualizando y añadiendo contenido. Así que ya sabéis, guardadlo en vuestro favoritos y entrad de vez en cuando porque os prometo que lo iré mejorando con nuevos contenidos.
Ahora que ya me conocéis y sabéis de mi motivación, vamos con lo importante.
Es muy difícil trabajar en deporte
Lo primero que debes saber es que trabajar en la industria del deporte es MUY DIFÍCIL. Será un proceso largo y que requiere de mucho esfuerzo y paciencia.
No he conseguido datos específicos de deporte, pero según la Encuesta de Población Activa (junio 22) hay unas 271.000 personas trabajando en “actividades deportivas, recreativas y entretenimiento” que incluye actividades tan alejadas del deporte como los parques de atracciones (?).
En cualquier caso y fruto de mi experiencia tras muchas conversaciones, la mayoría de vosotros lo que quiere es trabajar para el club de fútbol de sus amores. Y eso es MUCHO más complicado. Solo hay 42 equipos en LaLiga y salvo los 6 o 7 clubes más grandes (y la propia Liga) la gran mayoría casi podrían entrar en la categoría de Pequeñas y Medianas Empresas más que en el de grandes corporaciones. Como dice un amigo mío: «2 multinacionales, 3 que lo quieren ser y 15 pymes«. En mis múltiples charlas con personas que trabajan en clubes de fútbol no es raro escuchar un “es que estoy solo” o “mi equipo es de 2 personas”. Es habitual que una misma persona se tenga que encargar de temas tan dispares como la campaña de abonados y recibir a las visitas institucionales.
Aunque son datos de la temporada 15/16, podéis echar un vistazo a este artículo de Palco23 donde desglosa el número de personas que trabajan en las áreas de negocio de los clubes. No hagas la cuenta, suman 1.948 personas.
Afortunadamente, en estos últimos años, los clubes de fútbol han ido creciendo y profesionalizándose y en la temporada 2019/20 (datos proporcionados por Marc Menchén de 2Playbook), 9.923 personas trabajaban en los clubes de Primera y Segunda. De ellos, alrededor de un 50% están ligados al área deportiva, así que nos deja con 4.604 personas trabajando en áreas de negocio. Esa cifra incluye puestos que seguro que no entran en vuestros objetivos, como dependientes de las tiendas, taquillas, seguridad o contabilidad, lo que mengua aún más las opciones disponibles. Súmale los 600-700 empleados de LaLiga y comprenderás las escasas posibilidades que hay de trabajar directamente en fútbol en España.
Si ya lo ves difícil piensa que, como me ocurrió a mí mismo, muchos clubes contratan a personas que trabajan en otras industrias, sin ninguna experiencia previa en deporte, pero que despuntan en su área de responsabilidad.
No es mi objetivo desmoralizaros, sino ser realista. En general, conseguir un buen trabajo en España es complicado, pero si es en un club de futbol, es aún más difícil.
La situación incluso empeora si pensamos en otras categorías deportivas: baloncesto, pádel, rugby, tenis, golf… donde las organizaciones son mucho más pequeñas. Lo positivo es que hay menos competencia a la hora de postularse para un puesto de trabajo.
Pero no todo es negativo. Todo lo contrario. Por suerte, la industria del deporte ha crecido mucho en estos últimos años, principalmente por la parte digital y de contenidos, lo que ha hecho que surjan muchas empresas que, en este caso, son mucho más dinámicas a la hora de contratar personal. Agencias de marketing, fabricantes de ropa deportiva, eventos, cripto, productoras de contenidos, agencias digitales, herramientas, OTTs, medios de comunicación, formación, startups de sportstech, aceleradoras… todo un ecosistema alrededor del deporte donde te será más fácil encontrar esa primera oportunidad para entrar en la industria y empezar a adquirir experiencia.
Para los más jóvenes, además, se plantea otra posibilidad que siempre me ha parecido excepcional y es el salir fuera de España. Es cierto que nos enfrentaremos a otros problemas adicionales, como el idioma o permisos de trabajo, pero creo que merece la pena intentarlo porque la experiencia, sobre todo si es en EEUU o Inglaterra, es muy constructiva y se convierte en un punto que destaca y brilla en tu CV.
Lo bueno y lo malo de trabajar en deporte
Seguimos con las malas noticias para los que tenéis idealizado trabajar en un club de fútbol. Desde fuera todo parece muy bonito y la componente emocional hará que no os lo penséis si algún día os hacen una oferta. Desde dentro y una vez pasado el subidón inicial, es verdad que es un trabajo único en muchos aspectos pero en otros no hay grandes diferencia con cualquier otra empresa. En este caso no os hablo de experiencia personal porque hace 14 años que me marché del Madrid, sino por comentarios de personas que actualmente trabajan en clubes españoles: falta de objetivos claros, siempre hacemos lo mismo, no evolucionamos, no hay dinero para invertir, todo va muy lento… pero bueno, es difícil generalizar y cada persona se toma su trabajo de forma diferente.
Por otro lado ya os he comentado que las estructuras de la mayoría de los clubes son bastante pequeñas lo que también implica que son muy planas y por lo tanto es difícil subir en el escalafón. Te puedes pasar muchos años en el mismo nivel de responsabilidad, sin ascender y lo que es peor, cobrando el mismo sueldo. Además, al contrario que en otras compañías, beneficios como plan de pensiones, tarjeta de empresa, stock options, seguro médico, etc son inexistentes. Eso y que en muchos casos te tocará trabajar también en fines de semana.
También hay que hablar del modelo de negocio del deporte. Como en toda empresa, el deporte también tiene su core business: las áreas que generan los ingresos más importantes: Traspaso de jugadores, derechos de televisión, matchday y patrocinio suelen ser las vías de ingresos más importantes. Todo lo demás es importante pero secundario. Si estás trabajando en un área o proyecto secundario, verás que las cosas no avanzan tan rápido como querrías. Y si vienes de una empresa donde el ritmo de trabajo era infernal, te va a tocar ir a otra velocidad. Paciencia y perseverancia.
Tenía dudas de si hablaros de salarios porque es un tema espinoso. Siempre que pregunto a alguien si se siente bien pagado me responde con un “gano poco”. Respuesta normal. Todos nos consideramos mal pagados porque pensamos que valemos más. Lo único que puedo aportar desde mi conocimiento es que hay un gran desequilibrio salarial. Unos ganan muy poco y otros ganan mucho, pero mi impresión (sin datos que lo corroboren) es que las condiciones salariales están por debajo de la media porque, de alguna forma, incluyen ese “salario emocional” que supone trabajar para tu club. Los que os contratan lo saben y, como es normal, lo aprovechan. Depende de cada uno y cómo valore ese pago emocional.
Y lo bueno para el final…
… porque quiero que acabéis de leer esta primera entrega con buen sabor de boca.
Y es que el deporte tiene algo único que lo diferencia de otros sectores profesionales: tu trabajo impacta en los sentimientos de otras personas porque los «clientes» en realidad son aficionados y toman sus decisiones con el corazón, de forma emocional. Aunque muchas marcas buscan esa vinculación emocional, el deporte lo tiene de origen y por eso es muy peculiar. Puede que podamos comparar la facturación de los clubes con otras empresas, los datos de audiencia o lo que sea, pero lo que será difícil de encontrar en otro sector es ese sentimiento de pertenencia que genera el deporte.
Da igual la posición que ocupes en el organigrama porque tu trabajo es importante. Vale que son los jugadores quienes se llevan la atención mediática y el protagonismo en las celebraciones, pero el resultado es fruto de un trabajo bien orquestado de toda la organización y que solo es posible gracias a los aficionados.
Personalmente creo que estamos viviendo un momento histórico en el que empieza a haber un relevo generacional en la industria. Los que comenzamos a trabajar en entidades deportivas en los últimos 25-30 años veníamos de otras industrias sin esa componente emocional y, lo que es peor, tampoco teníamos referencias en las que inspirarnos. Si trabajabas en una organización pequeña o media siempre podías mirar qué hacían los grandes pero, en mi caso que trabajaba en el Real Madrid…¿dónde miraba? ¿La Premier? ¿NBA? ¿NFL? ¿Disney? Os recuerdo que a principios de los 2000 no existían las redes sociales y el contenido de marketing deportivo que podías encontrar en la web era muy escaso. No os imagináis lo complicado que era.
Así que tuvimos que inventárnoslo con grandes dosis de sentido común. Unas veces acertábamos y otras fallábamos. Pero lo bonito es que estaba todo por hacer y a mí me fascina definir y crear cosas nuevas para aportar valor a los usuarios/aficionados. Creo que ahora estamos viviendo un momento parecido, donde hay mucho que construir.
Por suerte, muchos de los que os incorporáis ahora habéis recibido una formación reglada, en muchos casos impartida por los profesionales actuales del deporte, los que están construyendo la industria actual. Los que llegáis de nuevas venís con hambre, con ganas de cambiar el status quo actual, de innovar y de contagiar vuestra pasión a los aficionados más jóvenes a los que comprendéis perfectamente porque sois de la misma generación. De verdad, tengo mucha confianza en esta “camada” de profesionales que os incorporáis al deporte porque sé que en pocos años tendréis la oportunidad de cambiar muchos malos hábitos de la gestión deportiva.
Como os explicaba anteriormente vivimos un momento apasionante por el ecosistema que se está creando alrededor del deporte: empresas como Nike, Adidas, Fanatics, DAZN, Sorare, Socios.com, OneFootball, BeSoccer y otros centenares de ejemplos similares están haciendo que la industria se ensanche y crezca, creando nuevas oportunidades, más negocio y nuevas formas de relacionarse con los aficionados.
Por último, creo que en estos últimos años estamos viviendo la mayor corriente inversora en el deporte: grupos inversores americanos que compran clubes en Europa, fondos que invierte en ligas y clubes para acelerar su crecimiento, jugadores que invierten en startups, grandes empresas tecnológicas como Amazon o Apple que compran derechos de retransmisión…. Apasionante. Mi impresión es que muchos de ellos invierten porque ven el deporte como un sector capaz de resistir las crisis económicas mejor que el resto y que como está poco desarrollado aún tiene un alto potencial de crecimiento.
Creo que hay que ser optimista y me atrevo a apostar que el deporte va a evolucionar mucho en los próximos 10-20 años. Más nos vale porque en esta sociedad híper conectada, de estímulos inmediatos, exceso de información y un gran abanico de formas de entretenimiento, el futbol/deporte por primera vez en su historia tiene una fuerte competencia. En un negocio basado en audiencias, como lo es el deporte, la atención del aficionado es fundamental. Sin audiencia, el modelo se desmorona.
Una última cosa positiva que ha ido cambiando en estos últimos años: ya nadie se lleva las manos a la cabeza cuando un profesional que trabajaba en el Real Madrid se va al Barcelona o al Valencia. Es lo mismo que pasar de Vodafone a Telefónica o de Kia a Audi. No pasa nada. Somos profesionales y vamos donde más nos pagan, somos más felices y podemos desarrollar nuestro trabajo en mejores condiciones.
Siguientes pasos
Terminada la introducción y esperando que os hayáis situado, llega la hora de los consejos. Para mí, hay 3 fases fundamentales que desarrollar para cumplir tu sueño y trabajar en deporte.
- Formación
- Networking
- Buscando trabajo
Como son temas extensos y complejos, he decido desarrollarlos por separado.
⏩ SIGUIENTE CAPÍTULO: FORMACIÓN
Índice
1 – Introducción
2 – Formación
3 – Networking
4 – Consejos de los profesionales (I)
5 – Consejos de los profesionales (II)
6 – Consejos de los profesionales (y III)
>> Este artículo está escrito por Miguel Ángel Hernández y se publicó en FinalScore.es