Hace pocos días acabó la Eurocopa celebrada en Alemania. No será recordada por el fútbol desplegado, lo cierto es que muchas de las mejores selecciones rindieron por debajo de lo esperado. Lo mismo les sucedió a varias de las grandes estrellas que pasaron desapercibidas. Sin embargo, esta Eurocopa será recordada por su emoción. Máxima igualdad en la mayoría de los partidos que en muchos casos cambiaron de rumbo con goles en los últimos minutos. Y, sobre todo, será recordada por el colorido y la pasión que lució en las gradas.
🟢 Por Ignacio MD Carranza, autor de la newsletter Los Pasos de Bikila
El desplazamiento de las aficiones europeas de todos los países participantes ha sido masivo. Supongo que ha influido los inconvenientes que ofrecían los anfitriones de las últimas grandes citas futbolísticas.
El Mundial de 2018 se celebró en Rusia, un país situado completamente al este de Europa, casi a las puertas de Asia. Sin entrar en consideraciones políticas, su ubicación no propició muchos desplazamientos en masa de los países europeos participantes.
La última Eurocopa fue la multi sede. La Eurocopa de 2020 que tuvo que celebrarse en 2021. Se disputaron partidos en varios países diferentes. Tener a las aficiones cogiendo aviones de un lado para otro tampoco ayuda a los desplazamientos en masa. Si a eso añadimos que todavía coleaba la pandemia del COVID, es fácil intuir que el colorido en las gradas no fue el mejor de los posibles.
El Mundial de 2022 se celebró en Qatar. Un mundial disputado en el invierno europeo, en un país sin ninguna tradición futbolística ubicado a siete horas de vuelo de la mayoría de los países europeos. Tampoco entraremos en consideraciones políticas, pero lo expuesto ya es suficiente para imaginar que no fue precisamente el Mundial con mayor asistencia de las aficiones europeas.
Una auténtica fiesta del fútbol
Con esos antecedentes, esta Eurocopa celebrada en el corazón del viejo continente ha sido acogida por las aficiones como una bonita oportunidad para animar a su selección en directo. Y se ha notado.
Cuando ponías la televisión veías que, en cada partido, prácticamente sin excepción, los fondos estaban abarrotados con aficionados de los dos países en liza. Cada fondo estaba presidido por un color acorde a la selección que apoyaba. Casi en bloque. Era espectacular. ¿En cuántos acontecimientos deportivos se puede apreciar ese volumen de aficionados internacionalmente desplazados en todos sus partidos? Me atrevería que decir que en ninguno.
Los Mundiales son un acontecimiento claramente más global y más importante que la Eurocopa, pero muchos países se encuentran a gran distancia del organizador y es imposible que todos ellos puedan tener estas movilizaciones de su gente. Los JJOO también atraen a muchísimos aficionados, pero de una forma mucho más heterogénea. Participan casi doscientos países en decenas de disciplinas deportivas y es todo mucho más caótico y mezclado.
Por televisión se ha visto la Eurocopa más seguida y vibrante que se recuerda. Pero claro, eso es una mera impresión visual. ¿Era una sensación real? A la vista de los números oficiales publicados por la UEFA, esa pregunta solo se puede responder con un rotundo sí.
Hagamos un rápido repaso. Se han celebrado 51 partidos en diez estadios alemanes que han tenido una asistencia media del 96% de su capacidad. Récord. A dichos estadios han asistido en directo 2.670.000 espectadores lo que convierte esta Eurocopa en la que ha tenido más aficionados en toda su historia. Y ojo a este dato, por las fan base instaladas en los alrededores de cada estadio antes de los partidos han pasado casi 6 millones de personas.
Absolutamente impresionante. Una auténtica fiesta del fútbol.
Audiencias espectaculares
Como era de esperar, aunque eso no es característico solo de esta Eurocopa sino propio de toda gran cita futbolística internacional, las audiencias televisivas han sido espectaculares.
El Alemania-España de cuartos de final fue visto por 26 millones de personas en Alemania. En Inglaterra 24 millones de personas vieron la final. Y eso que estos datos creo que siempre hay que tomarlos como cifras mínimas. En estos grandes acontecimientos se produce de forma habitual la aglomeración de muchas personas bajo una misma pantalla, ya sea en un domicilio particular, en un bar o en la plaza de un pueblo. Y en muchas ocasiones esa circunstancia no tiene fiel reflejo en la medición de las audiencias que, probablemente, dan datos por debajo de la realidad.
Este seguimiento era impensable en los albores del torneo. La Eurocopa surgió a imitación de la Copa América que es un torneo de mayor tradición. De hecho, la Eurocopa no pudo hacerse realidad hasta la fase previa de 1958, unos años después de la II Guerra Mundial, y en el marco de diferentes iniciativas para hermanar a los pueblos europeos tras aquella salvajada. Si sus fundadores vieran el seguimiento y la pasión con la que se vive ahora, seguro que sonreirían orgullosos.
El medallero de las aficiones
Esta Eurocopa nos ha dejado muchos momentos estelares de las diferentes aficiones. También nos ha dejado guiños simpáticos de varias selecciones participantes. Como estamos a las puertas de unos JJOO y en Finalscore lo hilamos todo, voy a dar mi particular medallero tanto a las aficiones como a las propias selecciones.
En cuanto a las aficiones le concedo el bronce a esta estampa de una pequeña calle de Bari en la previa de un partido de la selección Azurra. No han hecho un buen campeonato, pero contaban con la ilusión y el apoyo de los italianos.
La plata va para la invasión holandesa de las calles alemanas cada día que jugaban un partido. Una auténtica y espectacular marea naranja.
Y el oro de esta colorida Eurocopa va sin ninguna duda para un saxofonista alemán que se puso la camiseta de los gloriosos años 90 de su selección, las gafas de sol y empezó a tocar su saxofón por las calles de Alemania despertando auténtico furor en todos los aficionados de distintos países que se cruzaban en su camino. Sin duda, el ejemplo perfecto del carácter festivo que ha tenido esta Eurocopa.
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El medallero de las selecciones
Los países participantes no han sido ajenos a esta fiesta y también han aportado sus guiños, simpáticos e incluso humorísticos. Completaré mi pódium, personal y sustituible por cualquiera de vuestras preferencias, con tres gestos de tres selecciones que han tenido una Eurocopa decepcionante. No todo podía ser malo por su parte.
El bronce en este caso va para la selección de Bélgica. No sé de quien fue la idea, pero homenajear con su segunda equipación a Tintín me parece una genialidad. Por cierto, el día que lucieron esta equipación consiguieron su clasificación para octavos. Quizás tendrían que haberla utilizado más a menudo.
La plata se la concedo a la selección de Francia, probablemente la que más estrellas trajo a Alemania, que decidieron hacerse una foto vestidos con la camiseta de su primer equipo como jugadores. Aquel club en el que empezó todo para ellos. Probablemente su mejor jugada en toda la Eurocopa.
Y el oro se lo concedo a la selección de Escocia. Su despliegue en el terreno de juego volvió a ser decepcionante. Su afición en las gradas volvió a ser maravillosa. Y este anuncio en la víspera de la final entre Inglaterra-España publicado con la intención de dejar claro a quien apoyaban en la final, es sencillamente impagable. Disfrutadlo.
Por cierto, al acabar la final hay imágenes de todos los bares de Escocia celebrando la derrota de sus vecinos ingleses, cantando el que viva España y la Macarena.
Definitivamente, esta Eurocopa ha sido una fiesta para las aficiones.
Por Ignacio MD Carranza.
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