¿Hay alguien que no haya visto el anuncio de Cruzcampo en el que revive a Lola Flores? No vamos a discutir aquí sobre el concepto creativo o la dificultad técnica de replicar el rostro o la voz de Lola Flores, pero seguro que todos, al verlo, habéis pensado en potenciales usos de esta (aún costosa) tecnología para el deporte. Claro que unos segundos después habrá surgido la pregunta obvia: ¿y los derechos de imagen?
Como mi conocimiento de la materia es limitado, me puse a buscar en internet y encontré un interesante artículo en La Vanguardia en el que trataban del asunto.
Resulta pues que los derechos de imagen de alguien que ha fallecido se extinguen con la persona y son sus herederos quien tienen un derecho de memoria para evitar un mal uso. No es de extrañar entonces que Cruzcampo contara (y pagara) con Lolita y Rosario Flores para la grabación del spot. No solo por una cuestión de respeto sino para evitarse problemas legales.
Por si os interesara profundizar, podéis leer la Ley Orgánica 1/1982 que regula la protección de la imagen.
La tecnología para crear deep fakes es aún cara e intensa en recursos, pero ya sabéis que lo digital avanza rápido y seguro que en unos pocos años seremos capaces de hacerlo con un ordenador personal por un coste irrisorio, lo que nos abre un gran abanico de posibilidades en el mundo del deporte y con un uso que no siempre ha de ser comercial. Me imagino un deep fake de DiStéfano rememorando el antiguo Bernabéu el día que se terminen las obras actuales del estadio, a Kobe Bryant hablando de valores del deporte para las nuevas generaciones o a Ayrton Senna rememorando sus victorias.
De todas formas, la tecnología también se puede aplicar a personajes vivos, ya sea por la falta de disponibilidad o por alguna otro tipo de limitación. Sin llegar a ser un deep fake, me trae a la memoria la campaña que hizo R/GA hace un par de años con Beckham en el que, gracias a la tecnología, hablaba en varios idiomas que, obviamente, él no domina.
No sé por qué, pero me recuerda a los saludos navideños en diferentes idiomas que hacen casi todos los clubes en Navidad. Usando esta tecnología las locuciones serían perfectas, pero nos perderíamos momentos épicos, como los esfuerzos de Joaquín hablando en inglés y chino 😂
También hay software que permite 👉 imitar los movimientos y trasladarlos a otra persona, así que podríamos poner el cuerpo y cara de un aficionado replicando la roulette de Zidane a la perfección, reproducciones virtuales de partidos con avatares que “aprenden” de los movimientos reales del jugador, como vimos en la newsletter anterior o presencia virtual de personas como hizo 👉 Audi hace un par de años con Simeone y Klopp.
Y si a todo esto unimos la Inteligencia Artificial, el reconocimiento de voz, traducción en tiempo real, etc, podríamos conversar con nuestro deportista favorito como si fuera una persona real. Supondría un cambio drástico en la forma de trabajar. ¿Un evento mañana en Japón con Messi? No te preocupes, puedes usar su avatar que, además, hablará en perfecto japonés. ¿Te falta grabar una toma para el spot del patrocinador y mañana hay partido? Sin problema, utiliza este deep fake.
Las posibilidades son infinitas.