Colaboración de Joan Mendoza, Head of Sport & Entertainment en Summa
Es una pregunta que muchas entidades deportivas se hacen.
Todos ellos tienen encima de la mesa el reto de conectar con audiencias más jóvenes, la GenZ, tan famosa y tan presente en las salas de reuniones de los responsables de gestionar grandes marcas del deporte tradicional.
Para entender cuáles son los retos a los que se enfrentan los clubes es importante entender primero qué es lo que motiva a esta nueva generación joven de fans, qué necesidades tienen, qué despierta su interés, qué barreras pueden experimentar y qué esperan recibir de una entidad deportiva en la actualidad.
Entender esto es ya un gran paso para detectar oportunidades no solo para conectar con la base actual de fans, sino para hacerla crecer, incorporando audiencias mucho más jóvenes que sin duda exigen nuevas formas de relacionarse con las marcas.
Aquí el reto está claro: entender estas nuevas generaciones para que los clubes puedan excitarles y atraerles para construir y fidelizar así una nueva generación de fans.
Esta nueva generación tan joven destaca por:
Es menos probable que:
- Se identifiquen con un club o sigan a un equipo solamente porque su familia lo haga (aunque el efecto “herencia” sigue siendo un driver importante).
Es más probable que:
- Sean influenciados para seguir a un equipo u otro por los contenidos y acciones en social media (Tik Tok, Youtube, Twitch, etc..).
- Que se preocupen por aspectos más sociales y el impacto que pueda tener en el deporte.
- Que se preocupen por temas de inclusividad, racismo, salud mental o sostenibilidad.
Así pues, ¿cuáles son las aspiraciones de los jóvenes? ¿Qué esperan del deporte? Y ¿qué tipo de experiencia se debe crear para atraerlos? Quieren conectar con los clubes y con los deportistas desde otros ángulos, quieren formar parte de conversaciones, formar parte de las decisiones que se puedan tomar.
Es el momento del nuevo fan.
La GenZ son un 32 % de la población mundial: se trata de la generación más grande de la historia.
En el mundo del deporte se impone una obligación de ejemplaridad para poder conectar con esta generación.
Es importante que las entidades deportivas entiendan que pueden jugar una gran influencia en la sociedad, con lo que aspectos como la inclusividad o igualdad deben ser pilares sólidos en el discurso de los clubes.
Otro aspecto que valora mucho esta generación es la preocupación por el medio ambiente.
Si el objetivo es conectar con los jóvenes, las entidades deportivas deben comprometerse.
Un ejemplo de ello es el Forest Green Rovers, un club de fútbol de la tercera liga inglesa que se presenta como el club más sostenible del mundo.
Un club en el que los jugadores son veganos, se mueven con coches eléctricos y están construyendo un estadio de madera.
Una posición muy clara acerca de la sostenibilidad y medio ambiente que hace que sea una marca muy atractiva para sponsors.
Un ejemplo claro lo vemos en la NBA, donde esta generación joven de fans no siguen tanto a un equipo u otro, sino que siguen a jugadores, como por ejemplo Lebron James. Este pasó de Cleveland Cavaliers a los Ángeles Lakers y con él sus fans.
Esta generación tiene disponible muchísima información, usa la tecnología de una manera natural, estando súperinformada y constantemente conectada, y lo que buscan de los deportes es rapidez, acción, adrenalina…
Un deporte que tiene todo esto, por ejemplo, es la Fórmula1, pero las carreras son largas, monótonas, y los jóvenes tienden a aburrirse.
Por ello, la competición está poniendo muchos esfuerzos en ofrecer alternativas y mejorar la experiencia para conectar con los Z, y muestra de ello es que está creciendo el número de aficionados en franjas de edad muy joven, siendo el segundo deporte que más crece en las redes sociales apostando por ejemplo en ofrecer contenido del backstage de las carreras y acercar los pilotos a sus aficionados.
Esta nueva generación de fans exige que el deporte como tal se reinvente.
Quien no entienda esto se va a quedar atrás.